martes, 29 de marzo de 2011

No hace falta ser siempre lo que quieren que seas.

  ¡Rompe las reglas!, olvídate de complacer a los demás. Después de todo, al final del día, solo importa haberse complacido a sí mismo. La gente vive opinando sobre vidas ajenas, cuando no se toman la molestia de ver la suya propia. ¡Qué estupidez más grande! Deja que piensen lo que se les plazca, pero, por favor, no te olvides de hacer lo que más te haga feliz, sin importarte un comino lo que diga el resto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario